Reflexiones
Se viste de verano
El parque se está vistiendo, ya, con sus galas veraniegas, se está despojando, lentamente, de su lujurioso verde mas propio de épocas llenas de aguas y lluvias. La hierba, hasta hace bien poco llena de vida y color, se está agostando en un lento desvanecerse en tonos pajizos que, con sus tonos amarillentos, hacen un contraste con el verde pálido que se encamina lentamente hacia su final.
Tiene su encanto, cada época lo tiene, solo hay que saberlo encontrar, saber mirar para verle el lado amable, que lo tiene, los paseos están mas secos y el polvo se levana perezoso al batir de mis pasos por ellos, y no digo nada cuando corre mi perro, levanta polvaredas que, alegres ellas, lo van siguiendo allá por donde corre. Es casi verano, aunque el tiempo se empeñe en decir lo contrario, al final, cederá a la lógica que viene empujando con temperaturas mas altas y dias mas largos.
Si, direis que estoy enamorado de mi parque, puede ser cierto, la verdad es que me siento feliz caminando entre sus pinos, mirando sus ramas siempre verdes, con su tono oscuro propio de las hojas perennes que, en realidad no lo son, pero cuando muere una nace otra y parece que siempre está con las mismas hojas, pero no, nunca son las mismas.
Sucede los mismo que con los rios, que siempre creemos ver el mismo rio pero no es cierto, pues las aguas nunca son las mismas, hay quien asegura que jamás vemos dos veces el mismo río, claro que hay que definir a que rio se refiere, a sus márgenes ? al agua que corre entre ellas ? ahí debe de estar el dilema, pero no voy a entrar en el, os dejo a vosotros que lo penseis... si quereis claro.
Yo me quedo en mi parque, donde ya los niños vuelven a sus juegos infantiles en el parquecillo acotado que tienen para ellos, con sus columpios, toboganes y demas cosas puestas para ellos y su disfrute.
Con sus juegos de pelota, carreras y demás cosas que puede llegar a inventarse un niño para jugar. A veces, bueno muy amenudo, siento una envidia inmensa al verlos corretear por allí, verlos jugar a sus cosas, sus peleas, todo lo que representa la infancia que tan poco nos dura y de forma tan brusca nos despiertan. Su magia, con los secretos que conllevan los Reyes Magos, Papá Noel, tambien el Ratoncito Pérez, prque no ?.
Te acuestas el 5 de enero con los nervios a flor de piel. Recuerdo que yo vivía al final de mi calle, el último número y todos los años me acostaba con el miedo de que no se diesen cuenta que había una casa al final, la mía, no fuese que se les olvidase que yo estaba allí esperando con ilusión sus juguetes... Nunca se olvidaron, cierto es que tgampoco me traian lo que pedia, pero siempre hubo cosas, hay que reconocer las cosas y los inmensos sacrificios que tuvo que costarles a mis Reyes Magos particulares en aquellos tiempos de escasez de todo, las cosas como son, se portaron...
Pero yo me quedo en mi parque, me quedo con el para siempre, pues es lo que andaba buscando desde hacia tiempo, un sitio así donde calmar mis ánimos, a veces exaltados, donde pasear a pesar de los multiples tropezones que mis problemas me obligan a dar, problemas físicos me refiero, pero que allí de alguna forma los voy paliando con bastante exito.
Ahora no estará tan bonito como en primavera, incluso en invierno, tampoco podré salir tanto como antes pues los calores del verano lo hacen imposible, pero se que está ahí esperandome, como una amante generosa en sus dones, cubriendome con la sombra de sus pinos, y me ofrece sus bancos para descansar mis, casi siempre, doloridas piernas antes de proseguir mi caminar sin rumbo pero siempre sabiendo donde voy.
Si, direis que os doy la lata con mi parque, pero es lo que tengo, una de las cosas mas bellas que disfruto cada día y solo quiero que vosotros podais, de alguna forma, sentiros integrados en él como lo estoy yo.
No seais demasiado críticos conmigo, solo quiero pasear con vosotros por sus caminos, haceros sentir el olor de sus pinos y del romero que ya se siente con fuerza.
Cerrar los ojos, imaginad que estais conmigo... seré vuestro anfitrión en mi parque, porque en él me siento un poco mas que...
Apenasnadie - 4 de mayo de 2006
Se viste de verano
El parque se está vistiendo, ya, con sus galas veraniegas, se está despojando, lentamente, de su lujurioso verde mas propio de épocas llenas de aguas y lluvias. La hierba, hasta hace bien poco llena de vida y color, se está agostando en un lento desvanecerse en tonos pajizos que, con sus tonos amarillentos, hacen un contraste con el verde pálido que se encamina lentamente hacia su final.
Tiene su encanto, cada época lo tiene, solo hay que saberlo encontrar, saber mirar para verle el lado amable, que lo tiene, los paseos están mas secos y el polvo se levana perezoso al batir de mis pasos por ellos, y no digo nada cuando corre mi perro, levanta polvaredas que, alegres ellas, lo van siguiendo allá por donde corre. Es casi verano, aunque el tiempo se empeñe en decir lo contrario, al final, cederá a la lógica que viene empujando con temperaturas mas altas y dias mas largos.
Si, direis que estoy enamorado de mi parque, puede ser cierto, la verdad es que me siento feliz caminando entre sus pinos, mirando sus ramas siempre verdes, con su tono oscuro propio de las hojas perennes que, en realidad no lo son, pero cuando muere una nace otra y parece que siempre está con las mismas hojas, pero no, nunca son las mismas.
Sucede los mismo que con los rios, que siempre creemos ver el mismo rio pero no es cierto, pues las aguas nunca son las mismas, hay quien asegura que jamás vemos dos veces el mismo río, claro que hay que definir a que rio se refiere, a sus márgenes ? al agua que corre entre ellas ? ahí debe de estar el dilema, pero no voy a entrar en el, os dejo a vosotros que lo penseis... si quereis claro.
Yo me quedo en mi parque, donde ya los niños vuelven a sus juegos infantiles en el parquecillo acotado que tienen para ellos, con sus columpios, toboganes y demas cosas puestas para ellos y su disfrute.
Con sus juegos de pelota, carreras y demás cosas que puede llegar a inventarse un niño para jugar. A veces, bueno muy amenudo, siento una envidia inmensa al verlos corretear por allí, verlos jugar a sus cosas, sus peleas, todo lo que representa la infancia que tan poco nos dura y de forma tan brusca nos despiertan. Su magia, con los secretos que conllevan los Reyes Magos, Papá Noel, tambien el Ratoncito Pérez, prque no ?.
Te acuestas el 5 de enero con los nervios a flor de piel. Recuerdo que yo vivía al final de mi calle, el último número y todos los años me acostaba con el miedo de que no se diesen cuenta que había una casa al final, la mía, no fuese que se les olvidase que yo estaba allí esperando con ilusión sus juguetes... Nunca se olvidaron, cierto es que tgampoco me traian lo que pedia, pero siempre hubo cosas, hay que reconocer las cosas y los inmensos sacrificios que tuvo que costarles a mis Reyes Magos particulares en aquellos tiempos de escasez de todo, las cosas como son, se portaron...
Pero yo me quedo en mi parque, me quedo con el para siempre, pues es lo que andaba buscando desde hacia tiempo, un sitio así donde calmar mis ánimos, a veces exaltados, donde pasear a pesar de los multiples tropezones que mis problemas me obligan a dar, problemas físicos me refiero, pero que allí de alguna forma los voy paliando con bastante exito.
Ahora no estará tan bonito como en primavera, incluso en invierno, tampoco podré salir tanto como antes pues los calores del verano lo hacen imposible, pero se que está ahí esperandome, como una amante generosa en sus dones, cubriendome con la sombra de sus pinos, y me ofrece sus bancos para descansar mis, casi siempre, doloridas piernas antes de proseguir mi caminar sin rumbo pero siempre sabiendo donde voy.
Si, direis que os doy la lata con mi parque, pero es lo que tengo, una de las cosas mas bellas que disfruto cada día y solo quiero que vosotros podais, de alguna forma, sentiros integrados en él como lo estoy yo.
No seais demasiado críticos conmigo, solo quiero pasear con vosotros por sus caminos, haceros sentir el olor de sus pinos y del romero que ya se siente con fuerza.
Cerrar los ojos, imaginad que estais conmigo... seré vuestro anfitrión en mi parque, porque en él me siento un poco mas que...
Apenasnadie - 4 de mayo de 2006
El Santero vivía...
en una pequeña casita adosada a la ermita que cuidaba. Vivía con su mujer y un hjo ya mayor. La Ermita era pequeña, minúscula y muy poco visitada, apenas un día al año abria sus puertas para que entrasen los pocos visitantes que hasta ella llegaban algún día a finales de todos los eses de agosto, en pleno verano.
El Santero escribía poemas dedicados am la Virgen de Valverde, patrona del antes denominado Pueblo de Fuencarral y que ahora quiern llamar Barrio de Valverde, cosas de la política, a él poco le importaba. Escribia sus versos en hojas de cuaderno cuadriculadas, como los chicos. Las entregaba en los bares y comercios de la zna que querían admitirlas y las clavaban en las paredes, a veces, en el bar donde siempre me tomaba un café mañanero, me encontraba ante los ojos un poema suyo que, entre sorbo y sorbo de café, terminaba leyendo contra mi voluntad, pues nunca me gustaron poemas religiosos.
Claro que aquellos tenian un cierto estilo, por lo menos, si dejamos a un lado su contenido pío, los versos eran fuertes y tenian ritmo y vigor, algo extraño para un poeta tan mayor ya.
Pero a mi lo que siempre me cautivó de él, durante los 18 años que vivi allí fue verle con su mujer del brazo siempre. A todas partres iban juntos, dos apariciones de espanto en cuanto a vestimenta y peinados, ella con unas gafas muy grueses ante los ojos, mal vestdida. El ufano y orgulloso de su mujer, a la que llevaba siempre cogida del brazo, como dos novios septuagenarios, por lo menos, aunque es posible que fuesen mayores aún, no se puede adivinar por su aspecto mezquino en los años.
Siemper juntos, despacio, solemnes en su caminas, sin prisa, porque ¿de que iban a tener prisa...? el Santo de la Ermita no se iba a marchar a ninguna parte y ellos lo sabían, asñi que tranquilos, pausados y JUNTOS.
Que suerte juntos siempre, la gente normal, nosotros, que vivimos juntos no juntamos nuestras vidas casi nunca, hacemos pocas cosas en común y cuando las hacemos a veces es peor.
Estas cosas y otras parecidas que veo cada día en la calle, que fijo en mi mente y el crazón para luego poder escribirlas me dicen que aún soy. . .
Apenas nadie
23 de abril de 2006
Era un hombre joven aún...
andaba llevando de la mano a una niña pequeña, de unos 8 ó 9 años nada mas, sin duda alguna era su hija e iban por la calle caminando, despreocupadamente, charlando muy animadamente entre ellos. Su aspecto, bastante humilde, denotaba su baja condición social, el llevaba una americana que había conocído tiempos muchísimo mejores, un pantalón arrugado y unas deportivas de las que no se podía apreciar su color original, no obstante, todo en el, denotaba un cierto cuidado de su persona.
La n´ña llevaba un vestido de colores estampados, unas deportivas sin calcetines y una cinta al pelo que lo recogía en una preciosa cola de caballo, iba de la mano de su padre y, de cuando en cuando, levantaba su carita atenta a las palabras que le dedicaba en correspondencia a sus preguntas que no cesaban
No llevaban, aparentemente, iniciativa alguna, solo pasear juntos. Al pasar por un espacio donde se acumulaban los contedores de basura, d esos grandes que están siempre en la calle, el hombre abriño la tapa del primero que estaba mas a su alcance y se asomó a su inerior indagando sobre su contenido. Claramente se deducía que ambos se dedicaban a lo que se llama la "busca" como medio de via, en los cubos de basura, si se sabe buscar, hay muchs veces autenticos tesoros, al menos para ellos.
La niña ironeaba de la americana de su padre reclamando su atención para que la dejase ver. El la levanto en sus brazos asomandola al interior y dandole una serie de explicacioens que no llegue a escuchar, pero no hacía falta, le estaba enseñandoa sobevivir, una leccion de vida que iba a serle muy útil en el futuro de su vida marginada, casi con toda seguridad.
En esto, la niña dio un gritito de alegría, habia encontrado una muñeca un poco ajada, pero que estaba en muy buen estado, al menos a ello se lo debio parecer porque la agarró con fuerza contra su pecho y pidió a su padre que la dejase en el suelo.
Mientras el rebuscaba en la basura, ella se puso a la tarea de atildar la muñeca, alisandole el vestido, manchado, que la cubria y tratando de atusarle los pelos desiguales, una vez terminada la toilette, le estampó un beso en cada mejilla y la puso en su regazo.
El padre había terminado, en una bolsa de plastico habia colocado algunas cosas que le eran válidas, y agarrando a la niña de la mano, reemprendieron su camino. La niña le enseñaba al padre la muñeca y éste la sonreía con amor pintado en el rostro y la mirada cálida de un padre al ver a una hija feliz...
Yo me los quedé mirando y sentí una cierta envidia por la niña, estaba con su padre y su muñeca, las dos pertenencias mas queridas para ella en el mundo y era feliz, seguramente no tendría nada en su vida par serlo, pero lo era.
Todo ello no tenía la menor importancia, no iba a cambiar el curso de nada en el mundo, la gente seguiría siendo igual que antes, pero a mi me pareció que había visto el milagro de la Vida, del amor y la ilusión que tengo perdida desde hace años.
Afortunada la pequeña que acompaña a su padre al "trabajo"... ¿cuantos hubiesemos deseado hacer lo mismo con nuestros padres...?
Son las cosas que me hacen pensar que siigo siendo . . .
Apenas nadie
23 de abril de 2006
En éste nuevo espacio...
En ése nuevo espacio que comienzo hoy, quisiera lograr, sobre todo, un rincón tranquilo, suave, dulce y acogedor, donde puedas sentirte como en un sueño, apurando, quizá, las últimas gotas de un café bien hecho, de esos que te hacen sentir que la vida merece la pena ser vivida por aquellos momentos de placer tan insignificantes como enormes en su contenido.
En éste espacio no quiero meter algarabía, barullo, nada que tienda a distraer el Alma de sus meditaciones, que ilumine caminos oscuros, tenebrosos, esos camino que tenemos que andar cada día, muy a pesar nuestro.
Quisiera ver a mi gente tranquila, feliz, porque si ellas lo son me lo transmiten. Hay un proverbio Tibetano que dice: "la felicidad de un amigo es un tesoro para mi" y yo, palabra, quisiera ser millonario en esos tesoros, que me sobrase riqueza de esa moneda de cambio que es la felicidad y que todos, de una u otra forma, nos pasamos la vida buscando sin hallarla nunca...
O almenos eso creemos, que no la hallamos cuando, la mayor pate de las veces, está ahí al lado, tan cerca que no la vemos, quizá, y digo solo quizá... le pidamos demasiado a la Vida, a los demás, al entorno que nos rodea. Dijo una vez el presidente J.F.K. que "no preguntes que puede hacer la Patria por ti... preguntate quem puedes hacer tu por tu Patria". bueno adaptandolo un poco, porque el fondo es cierto, deja de pedirle cosas a la Vida y procura darle tu alguna mas de vez en cuando, verás como te devuelve con creces aquello que le des...
No veais en éste espacio un afán de sentenciar ningún aspecto de la vida porque ¿en definitiva quien soy yo para decidir, criticar, guiar o aconsejar...? yo soy APENAS NADIE y eso es, para mi, lo principal, quiero bajar a los sótanos de la humildad para reencontrarme a mi mismo, para volver a mis orígenes. Vengo de otro espacio en otro sitio, allí mi espacio comenzó, un poco en broma, a llamarse La Chistera Mágica de Leafar, y la gente comenzó a denominarme Mago, de tal forma que fiamaba como Leafar el Mago. Lo malo de eso es que llegué a creermelo, llegué a pensar que era un Mago de las letras en realidad y se me puso la cabeza por las nubes y los pies en el barro, éste fue subiendo lentamente hasta que alcanzó la cabeza y me di cuenta de donde me había metido y en lo que me estaba convirtiendo, y no me gustó en absoluto.
Estuve a punto de borrar dicho espacio, pero comprendí que ya no era solo mío, estaba compartido con todos aquellos que habían dejado algún comentario en él, solo por ese motivo tenían derecho a una parcelita de la Chistera y, por lo tanto no tenía derecho a borrarlo.
Ahí está la Chistera, no abandonada, pero si he decidido visitarle menos veces, porque tengo que recuperar mi equilibrio en ella para poder seguir dando la Magia que, sin duda, tenía y que ha perdido, bueno la he perdido yo, claro. Me veo repitiendo cosas, temas parecidos, y no es eso lo que me propuse.
Por todo eso, en este espacio, tierno, tranquilo y casi silencioso, quiero dejar parte de mi Alma, parte de mi vida, de mi Magia que se que aún llevo dentro. Solo os pido ayuda, si veis que me desvío de estos propósitos decidmelo sin dejaros nada en el tintero, decidmelo a bocajarro sin anestesia, sin paños calientes, que soy persona que admite, y quiere, las collejas y las regañinas cuando las provoco.
Gracias os doy a todos por anticipado por seguirme, por dejaros tiempo de vuestas vidas en leer las cosas que dejo, estad seguros de que son parte de mi... son trocitos escogidos de mi alma... aunque ese alma sea de alguien que es...
APENAS NADIE
22 de abril de 2006